lunes, 18 de junio de 2012


JUNIO

MES DE MISIONES NACIONALES





Toda la recaudación del bazar,es para Misiones Nacionales



   LA FE

"La fe es la certeza de lo que se espera; la evidencia de lo que no se ve". Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que busca y se acerca a Dios, crea que existe, y que escucha y recompensa a los que le buscan con sinceridad". (Hebreos, 11: 1,6)

Se ha hablado y se habla mucho sobre la fe, tratando de explicar de muchas maneras qué es la fe y cómo se consigue. Entre las muchas definiciones de la fe que aparecen en la Biblia, hay una que dice S. Pablo en Romanos 10:17, que explica muy bien cómo se consigue la fe que salva: "La fe viene por el oir la Palabra de Dios". Y lo que dice el texto en Hebreos 11, nos clarifica qué es la fe y cómo debemos ejercerla. Dicho esto, quisiera mencionar un escrito sobre la fe, que he leído estos días, el cual nos aclara cómo debemos mostrar nuestra fe en Dios.
" La fe verdadera coloca su carta en el buzón del correo y la deja que marche. La desconfianza se detiene y duda si ha de recibir respuesta alguna. Tengo sobre mi mesa algunas cartas que escribí hace algunas semanas; pero a causa de ciertas dudas sobre la dirección o el contenido, aun no las he echado al correo. Ni a mi ni a nadie aun han hecho bien alguno.Nunca harán nada hasta que me desprenda de ellas y las confíe al cartero y al correo. Esta es la forma como actúa la fe verdadera. Envía tu caso a Dios, y entonces El obra. En el salmo 37 hay un magnífico versículo que dice: "Encomienda a Dios tu camino; confía en El, y   Él hará". Pero Él nunca obra hasta que le encomendamos. La fe es un recibir o tomar los dones ofrecidos por Dios. Podemos creer, venir y encomendar, pero no nos daremos cuenta por completo de toda nuestra bendición hasta que empecemos a recibir y alcancemos la actitud de tomar. El Dr. Payson cuando joven, escribió de la forma siguiente a una madre anciana que estaba muy apesadumbrada a causa del estado de su hijo: Ùsted se impacienta y sufre demasiado por su hijo. Una vez que ha orado por él, y lo ha encomendado a Dios, ¿no debiera de cesar su inquietud acerca de él? El mandamiento: "Por nada estéis afanosos", no tiene límites; y lo mismo puede decirse de la expresión: "Echando toda vuestra solicitud en Él". Si arrojamos nuestras cargas sobre otro, ¿pueden seguir oprimiéndonos? Con respecto a mi mismo, yo he hecho esta prueba en mis oraciones. Si despues de haber encomendado a Dios alguna cosa, puedo permanecer lo mismo que Ana (la madre del profeta Samuel, cuando le pidió a Dios un hijo), sin dolores de cabeza,  sin inquietarme y sin sufrir dolor de corazón, entonces considero esto como una prueba de que he orado con fe; pero si continuo con la misma carga y pesar, entonces pienso que no he ejercido bien mi fe".

Tened fe en Dios.

Vuestro pastor: Julio Díaz Sanchez



domingo, 3 de junio de 2012

REUNIÓN DE............
MES DE JUNIO
Oti Vázquez
Esther Loureiro

Oti y Ana Fariña

Luisa Jimenez la hermana que compartio la palabra